El pasado jueves 9 de septiembre tuvo lugar en Madrid la Fashion Night.
Y aunque mi ánimo no era muy bueno,decidí salir a ver que se cocía por ahí.
Pero cometí un error garrafal.
Salí desarmada.
Si... DESARMADA....
quiero decir....
sin mi cámara
y sin mis
Supertaconazos.
Así que con mis tan solo cientocincuentaisiete centímetros de estatura y la moral por los suelos no prometía mucho la noche, pero poco a poco se fue animando la cosa.
Una buena amiga que celebraba su cumpleaños me invitó a unas cañitas en uno de esos bares cutres que tanto nos gustan a las dos y de ahí, como somos chicas aficcionadas a los contrastes nos fuimos a Marc Jacobs. Allí localicé un vestido igualito a uno que había vendido hacía unos días, y mirando hacia arriba me encontré con la cara de una rubia sonriente que tenía un aire a Sarah Jessica Parker, ¡ja, ja!, ¡que bueno!,
mi clienta me saludó con la mano y con la excusa me salté toda la cola y directamente me pusieron un coctel delicioso bien frequito de fresa y ginebra.
De ahí pasé a recoger un detallito que regalaban en Carolina Herrera por llevar las uñas rojas, (yo casi siempre las llevo así, pero no suelen premiarme por ello, así que tenía que aprovechar la ocasión).
Después a Benny Room, donde habían instalado un puestecito donde regalaban algodón de azúcar, sí ... de ese duuuuulce y roooosssssa....
Me recordó a la niñez
.Y trás esto, me encaminé a la próxima calle de Argensola para saludar a Sara Opic, dueña de la tienda de lencería Meduss, yo trabajo muy cerca, en esa misma calle y solemos saludarnos cada mañana y darnos los buenos días, me quedé un rato porque sin duda era la fiesta que más cosas ofrecía. El local es muy bonito y dispone de una terracita muy acogedora donde pude ver a algún famoso, también había caipiriñas, algo de picoteo y tarta, pero señoras y señoras ahora viene lo mejor de la noche...
¡¡¡tatatacháááánnnn!!!!
Sara había tenido la genial,
la generosa,
la brillante idea de llevar un jamón y un experto que lo iba cortando allí sobre la marcha, si señores, todo un clásico y es que un buen jamón nunca falla.
Sara había tenido la genial,
la generosa,
la brillante idea de llevar un jamón y un experto que lo iba cortando allí sobre la marcha, si señores, todo un clásico y es que un buen jamón nunca falla.
También pudimos disfrutar del elegante y saleroso espectáculo que hizo una pin up en el escaparate.
Me despedí y a otra cosa
Butterfly.
En Nice Things, tenían una disc jockey genial que entre otras cosas pinchó a Los Planetas. Me tomé una copita de champán y me di una vueltecita por la tienda, me gustó, es muy coqueta y delicada, muy "cute".
Y seguí mi ruta hacia otra de mis visitas obligadas de la noche; la estilista, personal shopper y bloguera Barbara Crespo estaba en Hato, así que me pasé a saludarla y a conocer la tienda.
Y como había bebido ya demasiados líquidos sentí la necesidad de expulsarlos, por lo que entré en un bar que es "La Caña de España", no suele haber mucha gente a esas horas, de hecho un par de días antes me habían echado a las diez de la noche practicamente a patadas porque tenían prisa por cerrar, pero ese día estaba a reventar.
Y ya mucho más ligerita, aventuré mis pasos hacia el barrio de Salamanca.
Allí todo era diferente, había un montón de gente por la calle, muchas chiquillas de apenas 20 años que se habían plantado el estilismo de la última boda a la que acudieron, como si ese modelito fuese lo más propio para un evento de este tipo, ¡que ridículo!, gente bastante clásica de la que suele pulular por ese madrileño barrio y algunos modernos, he de deciros que para mi iban mucho mejor vestidos, y con mucha más personalidad los que se movían por la zona de Alonso Martinez.
Acabé la noche con mis ex compañeras del callejón de Jorge Juan, tomándome un cubata en la Biotza, en vaso pequeño, porque los largos se habían terminado, y es que no daban abasto, al igual que el resto de bares que había por allí, y es que ellos: LOS BARES fueron los verdaderos triunfadores, o al menos los que hicieron mejor caja, de eso estoy segura, porque a la fashion night la mayoría de la gente iba a ser visto, y a comer y beber de gorra.
Y la noche acabó hablando de la falsedad del mundo en el que vivimos, del zorrerío imperante, (una de mis amigas se encontró con una actriz de segunda que le envía mensajes subiditos de tono al padre de su hijo, y apunto estuvo de sacarle los ojos), y de la estupidez, frivolidad , vanalidad y la falta de valores que impera en la actualidad, y de lo poco agradecido y generalmente mal pagado que es el trabajo de dependienta.
Y es que no me cansaré de decirlo, amo la moda por lo que tiene de arte y belleza, y por eso sigo aquí, porque una de las misiones para las que he nacido, y por las que me toca vivir, a veces disfrutando y a veces penando en este planeta, es sin duda embellecer el mundo, y asesorando a mis clientas, (me gusta que la gente vaya bien vestida, ¡que se le va a hacer!), y creando mis collages y mis joyitas espero cumplir dicho cometido, ya que este es mi destino..
Y volví a casa dando un paseo y pensando en el sentido del sinsentido, en lo mucho que me gusta salir sola, en lo pequeñita que se me veía sin mis tacones entre todos esos galanes y esas chiquillas escuálidas con sus altísimos zapatos, en lo bonito que es conocer gente, intercambiar impresiones, volver a ver caras amigas, y en que todo ésto sin la excusa de la fashion night no hubiese sido posible.
Como veis mantengo una relación de amor odio con el mundo de la moda, sin duda la amo a ella, pero no todo lo que le rodea....
y sino preguntarle a la gorda y lista...
Y con esta canción termino mi paseo por el mundo de la moda, esperando que lo hayáis disfutado.
Y ahora, una sonrisa, por favor.
Con esa pedazo de sonrisa seguro que sales gaupiiisssiiiisssíííísssiiiiimmmmmo/a.
Besosssssss.
¡Hasta la próxima!
3 comentarios:
Soy Sarita, ...Qué graciosa Star, jajajaja, insisto, tienes que leer "Una chica de años veinte" Te identifico y te identificarás con mi divertida y descocada protagonista favorita, Sadie ;-)
Si, prestameló.
Me alegra que leais y os divierta lo que escribo,normalmente son noches que le robo al sueño, pero me gusta hacerlo, me divierte, me aporta mucho.
Querida:
Es que a veces cuando menos apetece salir hay que tirarse a la calle.
Yo no soy mucho de arreglarme más que nada porque los zapatos de tacón de mi talla son rara avis, pero te esperaría en los bares.
Un beso
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